En una ceremonia emotiva celebrada en el icónico Wrigley Field, el dominicano Sammy Sosa, oriundo de San Pedro de Macorís, ha sido oficialmente inmortalizado al ser exaltado al Salón de la Fama de los Chicago Cubs. El honor, largamente esperado por los fanáticos del equipo, marca un reencuentro histórico entre una de las figuras más queridas del béisbol y la organización a la que le dio sus años más gloriosos. Sosa fue inducido junto a su excompañero, el primera base Derrek Lee.
El toletero, conocido como “Slammin’ Sammy”, expresó su profundo orgullo por el reconocimiento, destacando el significado de este momento para él y para su país. Su presencia en el estadio, después de más de dos décadas de distanciamiento, fue recibida con una ovación de pie que recordó sus años de apogeo.
Una Carrera de Poder y Gloria
La carrera de Sammy Sosa en las Grandes Ligas se define por sus hazañas con el madero, especialmente durante su paso por los Cachorros de Chicago (1992-2004). Sus mejores años no solo rompieron récords, sino que también revitalizaron el béisbol en los Estados Unidos y alrededor del mundo.
1998: El Año que Cambió el Béisbol: Sin duda, el año más memorable de su carrera fue 1998, cuando protagonizó la épica carrera de jonrones contra Mark McGwire. Sosa terminó la temporada con 66 cuadrangulares y 158 carreras impulsadas, lo que le valió el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la Liga Nacional.
El Único con Múltiples 60HR+: Sosa es el único jugador en la historia de la MLB en haber conectado 60 o más jonrones en tres temporadas diferentes: 66 en 1998, 63 en 1999 y 64 en 2001.
Consistencia y Poder: Durante su estadía en Chicago, Sosa se convirtió en una máquina ofensiva, alcanzando 7 selecciones al Juego de Estrellas y ganando 6 Bates de Plata. De sus 609 jonrones de por vida, 545 fueron con la franela de los Cachorros. Su temporada de 2001 fue particularmente destacada, con 64 cuadrangulares y 160 carreras impulsadas.
La exaltación de Sammy Sosa al Salón de la Fama de los Cachorros no solo honra su legado deportivo, sino que también cierra un capítulo importante en la historia de la franquicia. Para los dominicanos, es un recordatorio del impacto que ha tenido la República Dominicana en el mundo del béisbol, reafirmando el orgullo que su país natal siempre ha sentido por “Slammin’ Sammy”.
Por: Dominicanísima.com