Cuando tu padre ha sido 12 veces All-Star y dos veces campeón de las Series Mundiales y ha conseguido 555 jonrones en 23 temporadas, estar a la altura de unas expectativas poco razonables en el campo de béisbol puede suponer una presión abrumadora.
No es el caso de Lucas Ramírez. El hijo de Manny Ramírez, ex jugador de los Red Sox y los Indians, se toma el legado familiar con calma.
“No siento presión”, dijo Ramírez. “He llegado aquí por mis propios medios. Obviamente, mi padre me ayudó en el camino, pero siento que me he ganado estar aquí.”
Por: Baseball America